La pretemporada sirve ya para poco

La pretemporada sirve ya para poco

Hace unas semanas hablaba con Caparrós, en vísperas del Levante- Sevilla, y se me quejaba de que las pretemporadas ya no servían para nada. “Iborra hizo la pretemporada con nosotros, ahora está en el Sevilla...”. Le preocupaba, con razón, que conocía todas sus ideas de equipo, todas las jugadas de estrategia preparadas. Una información vital en manos del contrario, en este caso el Sevilla. Lo que era malo para él era bueno para Emery, pero al tiempo este, con la tardía incorporación de Iborra y las salidas de Medel y Kondogbia, había tenido que recomponer sobre la marcha el juego del medio campo.

Es general, con raras excepciones. El Atlético ha tenido gran estabilidad en el grupo principal, aunque a última hora aparecieron dos refuerzos Alderweireld y Guilavogui, que tendrán que empezar a enterarse ahora. El Barça tampoco se ha alborotado, en su caso el alboroto ha sido la horrible gira asiática. Pero lo general es lo contrario: desde que comenzaron sus pretemporadas, en el conjunto de clubes de Primera ha habido 80 altas, 25 de ellas ya con la Liga empezada. Y 60 bajas. En total, 140 alteraciones desde que se reunieron para trabajar, 47 desde que empezó la Liga. Demasiado, ¿no?

No es un tema nacional, pasa en todas partes. El mercado se cierra al final de agosto, ya con los campeonatos en marcha. Se pierde un mes largo de trabajo, se pierde seriedad. No es lo mismo trabajar con Bale y sin Özil ni Kaká que al revés. Y para Arsenal y Milán no es lo mismo empezar sin Özil y sin Kaká, respectivamente, que con ellos. Si se cerrara el mercado un mes y medio antes se haría todo también a última hora, como pasa, pero cada cual arrancaría con las cartas definitivas. Nadie me sabe explicar por qué no se adelanta esa fecha límite, a la que no veo más ventaja que la pérdida de un tiempo de trabajo.