El agónico sprint entre Froome y Cobo

La Vuelta vivió hace dos años en Peña Cabarga uno de sus finales más emocionantes. Chris Froome y Juanjo Cobo se jugaron la carrera en un espectacular mano a mano. El cántabro atacó a un kilómetro de la cima, Froome se le pegó y a 800 metros lanzó un formidable demarraje que reventó a Cobo por tratar de seguirle. Le distación en unos cincuenta metros, pero, un poco porque el keniata acusó el tremendo esfuerzo y otro por el ánimo de sus paisanos, Cobo se repuso alcanzó y rebasó a Froome a falta de 150 . Pero Chris aún sacó fuerzas para adelantarse a 50 metros y ganar la etapa por un segundo. Cobo seguía siendo líder por trece, diferencia con la que acabaron cuatro días después.

Froome pudo muy bien ganar aquella Vuelta si no hubiera tenido que supeditarse a Wiggins. Demostró que estaba más fuerte que él incluso en la crono de Salamanca. Y cuando el inglés se hundió en El Angliru ya fue demasiado tarde.Tampoco se puede culpar al Sky. El año anterior la única vez que Froome apareció en la prensa fue cuando le expulsaron del Giro por subir el Mortirolo agarrado a un coche. Pero en 2011 era otro. En julio le detectaron una enfermedad, la bilharza o esquistosomiasis. La producen unas larvas cuyos huevos se instalan en los vasos sanguíneos del hígado o la vejiga. Es típica de África y se contrae en las aguas. Una vez curado, apareció el verdadero Froome en aquella Vuelta.