Helsinki y Buenos Aires, doble frente
Nos la jugamos en dos escenarios, uno hoy y otro mañana. Lo de mañana es más importante sin duda, porque unos JJOO son más que una participación en un Mundial, y además porque en eso no hay repesca y en esto sí. Si el resultado de Helsinki no es bueno, aún nos podría adelantar Francia, a la que cedimos un empate en el Calderón con aquella desdichadísima jugada de Juanfran en el último instante. Pero aun en ese mal escenario, que no me imagino, tendríamos todavía por delante la repesca: una eliminación a ida y vuelta con otro segundo de grupo. Esperemos no llegar a eso, en todo caso.
Aunque es cierto que la visita a Helsinki (ciudad olímpica, por cierto) le pilla a La Roja pasando una especie de gripe. Hay serios agujeros por atrás. No está Piqué, por suspensión, ni Puyol, lesionado ya por tanto tiempo y con tanta frecuencia que me pregunto si le volveremos a ver ahí. Habrá que despedirle en su día como al héroe que ha sido. Tampoco está Íñigo Martínez, el reemplazante que viene de la Sub-21. Faltan además Sergio Busquets y Xabi Alonso, y por si eso fuera poco ni Xavi ni Iniesta han alcanzado su mejor tono. La pretemporada particularmente loca del Barça les tiene a medio gas.
No quiero ponerme en lo peor, pero me asalta el recuerdo de una derrota 2-0 en Finlandia que cayó como un tiro en la afición española. En ese tiempo (1969) las distancias en fútbol entre unos y otros países eran tan grandes que perder así un partido oficial (cierto que ya inútil, porque estábamos eliminados) sonó peor que el reciente ‘alcorconazo’. Pero no, no creo que se dé. Y, ya que se lo estarán preguntando, me figuro que jugará Víctor Valdés. Me parece lo sensato. Ya habrá lugar el martes, en Ginebra y ante Chile, de darle a Casillas su partido número 150. Y de ahí en adelante, ya se verá...