Mariano Cañardo, de pastor a figura

Mariano Cañardo, de pastor a figura

Es la primera vez que la Vuelta recala en Tarazona, pero Zaragoza ha sido meta 49 veces, la que más tras Madrid (69) y Barcelona (54). Ya lo fue en la primera edición de 1935. Ganó Mariano Cañardo (5-2-1906, Olite, Navarra; fallecido el 20-6-1987). Fugado 95 km con el belga Antoine Digneef a rueda, Mariano pudo ganar la primera etapa de esa Vuelta en Valladolid y ser el primer líder de la historia. Pero en el sprint metió la rueda en el riel del tranvía y perdió. Fue el único que dio batalla al belga Gustaaf Deloor, ganador de aquella edición. Cañardo terminó segundo, sobre todo porque perdió diez minutos en Santander, pero también por mala suerte con las averías.

Cañardo ya era una figura internacional por entonces. Junto al francés Speicher era considerado el mejor descensor mundial. Henri Desgrange escribió de él: “Parece más un ciclista belga que español. Es fuerte, potente, rodador, pero sube mejor que los belgas”.

Más de cien triunfos, siete veces ganador de la Volta a Catalunya y cuatro del Campeonato de España (aún récords), fue el primer español en disputar el Giro (1931) y corrió seis Tours (6º en 1936). Pero no se prodigó en el extranjero porque ganaba más dinero en España. Hay que entenderlo. Pasó mucha hambre. Tenía siete años cuando murió su padre en Jaca y catorce cuando falleció su madre en Huesca. Era pastor y emigró a Barcelona. Trabajó como carpintero y en fábricas hasta que se compró una bici.

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