Red Bull tiene intereses más allá del deporte

Red Bull tiene intereses más allá del deporte

Daniel Ricciardo será el sustituto de Mark Webber en Red Bull a partir del próximo año. Justo el compañero que querían Sebastian Vettel y su mentor, Helmut Marko. Obviamente no tengo nada en contra del joven australiano, que me parece un piloto con proyección y potencial, que a partir del próximo año tendrá ya la obligación de demostrar con el que, unánimemente, está considerado como el mejor coche de la parrilla (aunque veremos qué ocurre en 2014 con la nueva reglamentación). Quien queda en entredicho con esta decisión es Red Bull. Apuestan por un proyecto propio, lo que me parece acertado porque para eso articulan un ambicioso programa de jóvenes talentos, pero al que avalan unos resultados en F-1 similares que los de Alguersuari y Buemi, a quienes pusieron de patitas en la calle asegurando que ambos no daban para más. ¿Quién lo entiende?

La única explicación que encuentro a semejante incongruencia es que en Red Bull existan intereses más allá de lo deportivo y tanto el español como el suizo fueron víctimas de las circunstancias, no de su rendimiento. Para empezar, ahora necesitaban un compañero cómodo para Vettel y Ricciardo lo será sin duda, al menos en una primera fase. Además, para la marca (no olvidemos que, en definitiva, todo esto pasa por vender muchas latas de bebidas energéticas) el australiano es un mercado muy importante, vital diría yo. Y por último, pero también determinante, recurrir a una opción ajena a su programa de formación habría supuesto admitir un nuevo fracaso del Doctor Marko… y eso de ninguna manera. La papeleta a partir de ahora será para Ricciardo, que deberá hacerse merecedor de esa confianza. Suerte en el empeño.

Comentarios

Comentarios no disponibles