Intentando comprender lo de Özil
Si hace tres meses a algún madridista le dicen que cambie a Özil e Higuaín por Gareth Bale le tomarían por loco o casi. Al Madrid de Florentino es imposible descifrarle sólo en términos deportivos. Entran en juego otros factores, que tienen más que ver con lo económico y con la proyección planetaria del club. El presidente blanco siempre quiso tener en su equipo al mejor anglosajón. Lo de Özil, en lo futbolístico, cuesta creerlo. Es un fuera de serie, uno de esos futbolistas por los que vale la pena pagar una entrada. No hace demasiado tiempo que algún inquilino de la zona noble del Bernabéu apostaba que ganaría algún Balón de Oro. Si estuviese en el Arsenal, el Madrid querría ficharlo ahora.
Si nos ponemos en la piel de Florentino Pérez, la realidad es que Özil podría tener pinta de problema. Ya sabemos que tiene mal banquillo, un padre pedigüeño y un entrenador, que pone por delante a Bale, por supuesto, a Isco, a Modric -cuando vuelvan Xabi Alonso e Illarramendi- e incluso a Di María. Si un club paga, por un suplente, el triple de lo que costó, o sea 47 millones de euros, la verdad es que el negocio es clarísimo.