El Barça, el trofeo; el Atlético, el orgullo
El Barça se llevó el trofeo, pero la hinchada atlética se sintió orgullosa de los suyos. En el 1-1 de la ida, el Atleti controló muy bien al Barça sin más tacha que el descuido en el gol de Neymar. Anoche hicieron falta dos paradas enormes de Víctor Valdés para que el Barça se quedara con la Supercopa. Título número veinticinco para Xavi, por cierto, que deja atrás los veinticuatro de Paco Gento. Un registro impresionante, fiel reflejo de la gran época de Barça que le ha tocado vivir y en gran parte protagonizar. Pero esta copa la ha ganado el Barça sin brillo, tras un partido mal jugado y con un final feo.
Simeone planteó un partido duro. un poco a lo Mourinho, y el Barça no se sintió bien. Xavi no ha alcanzado su nivel, Messi se echó demasiado atrás, Cesc no terminó de soltarse y Neymar, por cuya aparición como titular había tanta ansiedad, decepcionó plenamente. El Barça tenía la pelota pero no sabía qué hacer con ella. El Atlético ligaba de cuando en cuando alguna buena jugada, mejor cuanto más pasara el balón por Arda Turan y por Diego Costa, y con eso consiguió hacer bastante más peligro que el Barça. Se llegó al descanso 0- 0 por una parada de antología de Víctor Valdés a tiro a bocajarro de Turan.
Y repitió en la segunda parte, a tiro venenosísimo de Diego Costa. Gran salida del Atlético en al segunda mitad, ante un Barça quejoso porque entendía que las faltas las hacía el Atlético y las tarjetas se las llevaba él. Hasta que se llevó una roja Filipe Luis, por golpe furtivo a Alves, con el balón lejos, tras una cabalgada larga en la que los dos se hostigaron. Ahí se maleó el partido, que pudo ganar el Barça con un penalti final que Messi lanzó al larguero. El partido terminó entre brusquedades y malas caras, pero en el fondo los dos estaban satisfechos: el Barça con su trofeo, el Atlético, con su desempeño.