Bale y Florentino en Marbella

Bale no fue presentado ayer, pero se le vio por Marbella, así que pasó cerca. Mientras, Martino tuvo su primer desliz (me había gustado mucho hasta ahora su forma de expresarse en la conferencia de prensa) al decir que la cantidad que pagará el Madrid será una falta de respeto. Esas cosas en el fútbol no se dicen, cada cual hace bien en mirar por lo suyo, y como en todas partes cuecen habas a calderadas (aún estamos por conocer en detalle el contrato de Neymar) mejor dejar pasar ciertas preguntas. Entrenar al Barça no consiste en hablar mal del Madrid siempre y en todo. Guardiola lo sabía.

Bale viajó a Marbella y Florentino también, pero gente próxima a este último me asegura que no se vieron, que se trató de una casualidad. Sus vuelos privados aterrizaron con tres horas de diferencia. Al Madrid no le ha gustado la coincidencia, me dicen, o quizá lo que no le ha gustado es que se haya conocido la coincidencia. Al Tottenham le va a parecer una maniobra turbia en medio de una negociación que se está cerrando con muchísima cautela, que estaba tan próxima al cierre que el Madrid pensó hacer tres días que hasta podría haberlo presentado hoy, pero que ahora se puede enredar con esto.

Y mientras llega o no llega Bale (el nuevo propósito es presentarlo el martes a la una, para invadir los telediarios) estamos a la espera de ver qué da de sí Neymar, el otro gran fichaje de la temporada. Ausente Messi, la impaciencia por verle en el equipo titular se acrecienta, pero Martino no garantizó que jugara. Lo quiere administrar, se conoce, pero esto puede ser como jugar a las siete y media, que o te pasas o no llegas. Está bien no regalar titularidades así como así, pero tampoco es bueno que el entrenador acabe por construir la sensación de que el jugador no es tanto como pareció en la Confecup.