Valentía, coraje y nobleza

El Rayo Vallecano siempre que juega derrocha valentía, coraje y nobleza. En todos los partidos da el corazóny el pecho, ambicionando ser el mejor". Así es como comienza el himno oficial del equipo franjirrojo y así es como Paco Jémez quiere que sea su equipo. La valentía forma parte del sello que ha impreso el preparador al cuadro vallecano. Lo demostró la temporada pasada aún a riesgo de que le tachasen de temerario utilizando, a veces, una defensa de tres. También lo hizo no limitándose a pertrecharse atrás para defender ante los grandes, sino queriendo ser protagonista y disputar la posesión del balón, independientemente de quién fuese el contrario.

El coraje es la primera premisa que exige la afición vallecana. El jugador que se deja el alma en el terreno de juego tiene de su parte a los seguidores franjirrojos para la eternidad, aunque no se ganen partidos sólo con eso. Paco lo sabe por experiencia propia y es otro de los elementos que figuran en un lugar destacado en su libro de ruta. La trilogía de los valores rayistas esenciales se completan con la nobleza. Esta virtud en el caso del Rayo se traduce en el compromiso con un club que atraviesa momentos de bonanza en lo deportivo, pero con estrecheces económicas. El que llega al equipo vallecano no lo hace por dinero, pero a cambio se encuentra con un escaparate de lujo.