Bale y la renovación de Cristiano

Ya está montado el estaribel para la presentación de Bale, que a ser posible querría hacer hoy mismo, como golpe sorpresa, con entrenamiento a puertas abiertas en el Bernabéu al caer la tarde. En todo caso, está al llegar. El precio final no lo sabremos con certeza porque el Tottenham ya no cotiza en bolsa desde el mes de enero de 2012. El intento de Florentino es dejarlo en 90, a fin de preservarle a Cristiano la condición de hombre del traspaso récord de la historia del fútbol, 96 millones en su día. Que el propio Madrid le dejara sin ese récord, y por Bale, que no es tanto, no le hacía ninguna gracia.

Y es que esta operación se entrecruza con la renovación de Cristiano, que se volvería a enfriar si por Bale pagara el Madrid más de lo que pagó por él. Así que Florentino quiere dejarlo en 90 a toca teja, o algo más aplazando partes del pago. Una cantidad que el jugador no vale según la mayoría de los criterios, pero si el Madrid lo tiene... El caso me recuerda una campaña nacional para ahorrar energía, que trataba de llamar a la población acomodada al ahorro: “Aunque usted pueda, España no puede”. Pocos harían caso. Ahora España se empobrece pero el Madrid sigue rico y gasta con alegría.

Sea hoy o en pocos días, ya le vemos aquí. Un buen jugador, precio aparte. Del encaje ya se tendrá que cuidar Ancelotti que, por cierto, la noche de Raúl hizo algo que me resultó incomprensible: sacar a calentar a Diego López a cinco minutos del descanso, lo que avinagró por un rato el ambiente. Bien que jugara la segunda mitad, pero ¿a qué vino eso? ¿No bastaba con que hubiera calentado en el descanso? ¿Buscaba Ancelotti decibelios para tomar su decisión? Quedó feo. En fin, se avecinan días emocionantes, con Bale asomando y la cuestión de la portería. El Madrid siempre está en lenguas.