El encuentro de los Rolling y los Beatles
Dos argentinos y dos instrumentos. Simeone tiene la virtud de los aficionados que hicieron del equipo parte de su corazón. Es un entrenador rockero. El Barça es un equipo clásico, al que le viene bien aquella definición que usó Antonio Valencia para definir el juego del mejor Madrid de todos los tiempos. El Barça tiene muy buenos instrumentos de viento, es una orquesta sinfónica, capaz de milongas y boleros también. En la comparación no gana nadie: el rock tiene su sitio en la historia, la música clásica a veces se ha juntado con ese trozo de sonido roto que tiene su contrapartida futbolística en el modo de ser atlético.
Martino se ha adaptado al rigor que reclamó Guardiola para hacer del Barça esta partitura que en los buenos momentos asocia el fútbol con Bach. El Atlético es los Rolling y el Barça es los Beatles. Simeone tiene el mérito de haber puesto en valor ese esquema musical de su equipo, porque conoce su alma, la trabajó en el campo. Martino se encontró al equipo hecho, aunque Xavi haya dicho que estaba un poco desconchado. Se enfrentan dos estilos; como son argentinos quienes los imponen, ninguno de los dos sentirá indiferencia, y eso se verá en los rectángulos en que debatan sus nervios . Dará gusto verlos bailar rock y milonga.