El atletismo tiene 287 sancionados
El atletismo pasa por uno de sus momentos más bajos de credibilidad. Los positivos de Gay y Powell tienen la culpa. Bolt se ha quedado sin rivales. No es que le inquietaran mucho a la hora de la verdad, pero al menos eran nombres importantes, con marcas cualificadas como para hacerle sombra. El caso es que sus sanciones han sido sonadas. Como se producen en la prueba reina del atletismo y antes hubo un Caso Balco, que dejó en entredicho la velocidad estadounidense, a los Mundiales de atletismo se les va a mirar con recelo. Será injusto, porque cuando hay sanciones es porque el sistema funciona, y en el atletismo está habiendo últimamente muchas. Pero también es a la inversa. Si hay muchas, es porque muchos atletas se dopan.
El ciclismo ya pasó por esta cruz. Bien es verdad que obligado por las circunstancias, porque el escándalo Festina lo levantó el gobierno francés, no el ciclismo. Y a Armstrong lo ha destapado la Agencia estadounidense, no el ciclismo. Pero este deporte ha aprendido la lección y está en vías de recuperación. El atletismo aún no ha pasado por esto, si bien actualmente hay 287 atletas sancionados. El ciclismo tiene 47, mas el pelotón ciclista lo forman mil corredores, y los atletas son muchísimos más. En el atletismo los positivos se dan más en atletas de segundo nivel o de países en desarrollo. Creen, ingenuos o engañados, que no les van a pillar. A veces van a por los peces gordos, y caen. Es un escándalo, pero también una advertencia. Es el sistema.