El Madrid salió para Estados Unidos, ya con los de la Confecup. Y con las novedades del curso: Carvajal, Casemiro, Illarra, Isco y también Jesé, éste incorporado ahora porque él también tuvo selección en verano. Al grupo le acompañan Cheryshev, con un pie en la primera plantilla, y otros meritorios. Se queda Adán, con carta de libertad. Mourinho no le hizo ningún favor al utilizarle como adoquín contra el escaparate de Casillas, que él confundía en su visión borrosa de la realidad con el de la prensa. Pero la plantilla no está cerrada: aún saldrá alguno y pienso que vendrá Bale.

Pienso que vendrá Bale porque Florentino necesita desquitarse del pinchazo de Neymar, porque su modelo consiste en cebar continuamente la bomba con fichajes atractivos y porque realmente es un jugador excepcional, lo mejor que hay por fuera del Madrid y el Barça, al menos a mi juicio. El precio va a ser descomunal, pero el respeto al dinero es algo que perdió hace tiempo Florentino (los casi 40 por Illarra confirman que acentúa ese desprecio) y, dentro de lo que cabe, el Madrid ha hecho este año buenos ingresos. El Nápoles se está gastando en el Madrid lo que le sacó al PSG por Cavani.

Y aún tiene dos jugadores el Madrid de los que puede desprenderse sin daño. Uno es Coentrao, que no quiere estar. Ancelotti ya está probando a Cheryshev como alternativa en el lateral, y tira de Casado en la gira. A Coentrao también lo quiere el Nápoles. El otro es Di María, futbolista estupendo, pero cuyo juego se emparenta de algún modo con el de Bale y en la comparación, claro, pierde mucho. Di María más Coentrao pueden ser la peana sobre la que el Madrid se apoye para, con un buen montón de millones, además, eso sí, convencer al Tottenham. Porque Bale ya está convencido.