Las chicas necesitan del Real Madrid
Nuestras chicas futbolistas regresaron de la Eurocopa femenina con una honrosa eliminación en cuartos. O sea, lo que hacía la selección masculina hasta hace bien poco. Era su primera aparición en una fase final después de dieciséis años, y casi podría decir que se venía venir, porque los resultados en las categorías inferiores iban siendo progresivamente buenos. El fútbol femenino avanza en España, aunque lentamente y con dificultades. Cuando la anterior fase final, había 10.000 fichas. Ahora hay 28.000. Una insignificancia respecto a otros países pero casi el triple de hace dieciséis años.
La lista de seleccionadas incluía tres que se han profesionalizado ya en el extranjero (Jenni y Vero Boquete, en el Tyresö sueco, y Adriana, en el New York Flash). El resto, de condición amateur más o menos compensada (más menos que más) militan en los clubes de campanillas de nuestro fútbol de hombres: Athletic, Barça, Atlético, Valencia, Levante, Espanyol... Pero ninguna en el Madrid. ¿Es que no son lo bastante buenas? No. Es que no son. El Madrid no tiene equipo femenino de fútbol, como tampoco de baloncesto. Tiene cada vez más socias, pero no tiene jugadoras. Y bien podría.
El presupuesto del Atlético no llega al medio millón, el del Barça es de 800.000 euros. Para pagar eso, casi bastaría con reducir el palco a sus proporciones anteriores y volver a sacar a la venta los doscientos abonos que invadió. Florentino, que tiene tantas culpas que lavar, haría bien en animarse y cuidar a la otra mitad de la Humanidad. El Madrid ha recibido serios favores institucionales en este tiempo, bien podría plantearse devolver algo de eso a la sociedad dando ese empujón a las chicas. Otros (los dos atléticos, el Barça, el Valencia, hasta el Rayo...) lo hacen.