El triunfo del estilo

Thiago fue el hombre del partido, pero Isco el del torneo. Indiscutible, tanto como un título que España logra de forma arrolladora. Conviene detenerse en dos cosas. Las generaciones que llegan desde atrás mantienen el estilo ganador de la Absoluta, pero tampoco debemos pensar que la continuidad en los títulos esta garantizada. Cierto que será irrepetible un equipo como el que ha ganado dos Eurocopas y un Mundial. Isco sí esta ya preparado para integrarse a la élite de la Absoluta de forma camalelónica, sin que se note, uno más dentro del estilo.

Para el resto no será tan fácil, aunque Illarramendi debería ser muy pronto referencia mundial en su posición. España arrolló a Italia porque la ahogó con una presión fantástica, similar a la que vimos en la primera parte de los mayores ante Uruguay. Un triunfo inapelable con el mejor Thiago, el mismo que había crecido ya en el anterior europeo Sub-21 en Dinamarca.