El fichaje más caro de siempre
Con los fríos números en la mano, Kaká es el tercer fichaje más costoso de la historia del Madrid tras los 96 millones pagados por Cristiano y los 75 de Zidane. Pero dejándonos de gaitas y hablando en la lengua de Cervantes, los 67 kilos pagados al Milán por el brasileño han supuesto el mayor fiasco que se recuerde. Florentino ha explicado varias veces que Kaká ha compensando el dispendio con todos los ingresos marketinianos que ha generado en estos cuatro años. Pero que yo sepa la idoneidad de una inversión se mide por el rendimiento futbolístico, al que después va aparejado el económico. Y en ese apartado, Kaká na de na.
Nunca criticaré su contratación en 2009 porque yo fui uno más de los que se entusiasmó con la llegada del Balón de Oro brasileño. Aquella jugada mágica de Old Trafford con la camiseta del Milán seguía en la retina de todos. Pero Kaká traicionó luego al Madrid. Acudió lesionado al Mundial de Sudáfrica y se jugó su salud por la canarinha. Ahí se terminó de lesionar de gravedad y encima se fue de vacaciones. Y al primer día del regreso al trabajo tuvo que aceptar irse al quirófano. Un desastre.
Kaká no ha cobrado ni un euro menos que Cristiano en todo este tiempo. Ya sé que el fútbol profesional te da y te quita. Pero nunca vi a Kaká hacer lo que Fernando Redondo en el Milán. El argentino renunció a su ficha de una temporada al comprobar que las lesiones habían hundido la apuesta que Berlusconi hizo por él. Kaká siempre calla. Y sonríe