Tanto hablar de la marca España y luego regalamos prestigio en lo mejor que tenemos: el deporte. Ese partido de ayer tenía de fondo un cierto propósito de solidaridad con Haití, pero no funcionó. El campo estuvo semivacío hasta que se abrieron las puertas y España jugó con un desinterés terrible. Los precios del partido eran inasequibles para la comunidad haitiana, económicamente débil. Costaba más la entrada ayer que lo habitual para ver a los Dolphins, el equipo local de fútbol americano, comentó Ponsetti en el Carrusel de la SER. El partido cayó en el vacío y la recaudación también.