Partidario de la felicidad

Este muchacho es partidario de la felicidad, es inteligente y tiene ya un lugar aventajado entre los relaciones públicas que se manifiestan con sentido común acerca de los retos a los que lo someten los medios. Lo importante es la felicidad. Lo dijo tantas veces que parecía que venía con esa palabra prendida en el escudo. Pero suena sencillo y sincero, capaz de poner en palabras la solución de sus dudas, y de hacerlo con rapidez, como juega. Dijo también mucho la palabra sueño. El fútbol es felicidad y sueño, ganas de jugar. Cuando le pusieron delante la pregunta (¿qué sitio de la delantera prefieres?) dijo, con sentido común y risas: lo que quiero es jugar, dijo. Incluso de portero.

Hay algo que me trajo, como aficionado, tiempos raros de felicidad del Barça: los que trajo Ronaldinho cuando el Barça estaba con las cejas caídas. Neymar es de esa estirpe, lo mostró en la presentación, cuando tocó el balón como lo tocaba antiguamente el anterior astro brasileño, y lo mostró con un sentido del humor que alguna vez desarmó a los periodistas que le ponían cáscaras de plátano para que resbalara. Él será feliz en el Barça y que contribuirá a la felicidad del equipo. Me pareció serio y consciente de su papel en el equipo. Y no creo que esto se lo haya enseñado ningún directivo. Ojalá ayude a que el fútbol español sea tan feliz como él mismo quiere ser en este país extranjero.