Florentino inicia su cuarto mandato...
Hoy inicia Florentino su cuarto mandato como presidente del Madrid. El primero, con Del Bosque, fue fructífero hasta que prescindió de él; el segundo fue tan calamitoso que lo cortó bruscamente con una dimisión-sorpresa explicando que había maleducado a los galácticos; el tercero ha sido este, con una Liga, una Copa y una Supercopa en cuatro años, los tres trofeos llegados con Mourinho en feroz combate con el Barça. (En estos tres años de Mourinho el Barça ganó ocho títulos, por cierto). Esos tres títulos han sido adobados por una gresca creciente que ha acabado por dividir al Bernabéu.
Florentino inicia su cuarto mandato, decía, porque no hay otro candidato. Lástima. A mí me gustan algunas cosas de Florentino: su capacidad para allegar ingresos al club y el propio carisma de su figura, aunque en este sentido ha perdido brillo por la forma en que se ha acobardado ante Mourinho. Y porque pasan los años y menguan los títulos. Desde que se fue Del Bosque, y ya hace tiempo, me salen una Liga, una Copa y dos Supercopas de España. Cuenten con los dedos. Hablo mientras estuvo Florentino. En su ausencia hubo dos ligas en tres años. No, no resulta como todos creímos al principio.
Y creo que no resulta así por la forma en que rehúye el debate. Se rodea de aduladores, hincha el palco para reclutar pelotas y cierra los oídos a la crítica. Pela la asamblea de voces disidentes y endurece al máximo las condiciones para presentarse. Ayer explicaba Trueba en la última que es más fácil presentarse a presidente de los EEUU (o de España) que al Real Madrid. Así que no ha habido candidatos, no ha habido debate. Florentino hace su ronda de entrevistas en la que explica las mismas cosas que otras veces y que, lamentablemente, no han resultado como él calculaba y todos creímos.