Plaza Mayor

Democracias varias

Para ser presidente de EE UU se requiere ser mayor de 35 años, tener la nacionalidad y 14 años de residencia en el país. Para ser Papa vale con estar bautizado. Para ser Rajoy basta con tener barba. Para optar a la presidencia del Madrid hay que tener 20 años de socio y patrimonio personal que avale 75 millones. Así las cosas, Martínez Bravo se hará candidato republicano y Boluda, obispo.

Presidentísimo

Por cierto, Florentino será proclamado mañana presidente del Madrid  al no existir otros candidatos (la gente es muy comodona). Se confirma que el Madrid es de los socios (de los ricos, mayormente) y que los jeques no entrarán en el club salvo que se les abra la puerta. Eso sí. La entidad queda protegida de rusos peligrosos como Boludov o Martinski Bravoev.

Climoutología

Ha sido marcharse Mourinho y entrar la primavera. Pura casualidad, dirán los más escépticos. Sin embargo, habrá que observar en los próximos días la evolución de la borrasca del Atlántico y de los vientos árticos. De momento, los especialistas ya hablan de estreñimiento meteorológico. A falta de otros méritos, algo hay que reconocerle a Mou: nos ha dejado el país que parece Irlanda.

A sus pies

Arbeloa recibirá de manos de la Asociación de patrones, Empresarios con bigote y Granjeros del algodón el premio "Qué bueno es mi jefe", en reconocimiento a su fidelidad a Mourinho. El lateral madridista superó en una reñida votación a Karanka, Cospedal y Fernando Galindo, personaje interpretado por López Vázquez en Atraco a las tres: "Un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo".

Arcanos culés

Mes dedicado a Kafka en Can Barça. Si lo de Abidal no se entendió y lo de Puyol costó trabajo, lo de Víctor Valdés resultó abracadabrante: ha pasado de marcharse fijo a probablemente quedarse (con todos), de cambiar de aires a abrir la ventanilla del coche. Suerte que hoy se presentará Neymar y por fin alguien hablará claro: "Brasil, laralaralara, laralaralara, laralaralara, Brasil, Brasil, Brasil. Mariaaana, la, la, la...". 

Jupp, Jupp, Hurra

Después de levantar el pasado sábado la Copa de su país, a Jupp Heynckes sólo le falta ganar el Gran Hermano alemán (Gran Germano) y el concurso de cantos tiroleses de la alta Baviera. No se recuerda senectud más florida desde Espartaco Santoni. Hará bien el Madrid si lo ficha. Lucirá magnífico en las vitrinas de la planta noble junto a las Copas de Europa.

Subidas y bajadas

Lo de Abel con Caín no fue nada comparado con lo de Abel y el Celta. Tampoco es tontería lo logrado por Montanier: en Champions y sin cambiarse de cazadora en 38 jornadas. Vázquez perdió la categoría pero salvó la vida: hubiera sido devorado por la afición con cachelos y pimentón. Manzano conservó las gafas y Jiménez la dignidad. Siempre hay un consuelo.

La vida en rosa

Cumplida una semana de Roland Garros, no dan ganas de hacerse tenista, sino juez de silla. En esta profesión coinciden los sueños del vividor común. Para empezar, sólo hay que saben contar. Y lo que sigue no es poco: te sientas en un altillo, tienes micro, sombrilla, bronceado y si te equivocas le echas la culpa a un línea o al tipo que calibra el Ojo de Halcón. Hasta es posible que paguen.

La frase