La noche de las despedidas: el adiós de Mou
Puro sentimiento. Llegó la noche de las emociones. Lágrimas, alegrías y despedidas. Son los exámenes finales para aquellos que cuentan con su última oportunidad para la salvación. Es lo peor de nuestra Liga. Es bajar al infierno con el objetivo de regresar a Primera lo antes posible. De lo contrario, asomará la posibilidad de la desaparición, el hundimiento de clubes históricos incapaces de sobrevivir a una deuda asfixiante. Revolotean los maletines. Los futbolistas adquieren protagonismo más allá del terreno de juego. Algunos ya han hecho sus deberes llamando a colegas de otros clubes. Se pactan las cifras. Se estudia la manera de que nada falle. Así está montado este negocio en el que el entrenador mira para otro lado. Primas por ganar, el eterno debate.
La sonrisa de Abidal. También se discute la última plaza de Champions y hasta la Europa League esta noche. Jornada de despedidas, muchas. Falcao dirá adiós al Atleti para iniciar su aventura en Mónaco. Hay que respetar su decisión. Ha tenido un comportamiento impecable en todo momento. La afición rojiblanca ha disfrutado mucho con él. Merece decidir su futuro como le plazca. Y también se va Abidal, un tío grande que ha sabido superar su enfermedad con una sonrisa. Él ha sido el más fuerte, el más valiente, el más optimista del vestuario azulgrana. Se va por culpa de una directiva que se llena la boca de unos valores que pisotea a las primeras de cambio.
El fin de ciclo de Mou. También hoy diremos adiós al personaje al que más tiempo le hemos dedicado en los medios de comunicación. Se marcha Mourinho, el entrenador que ha intentado imponer disciplina en el Madrid y devolver al club al lugar que le correspondía en Europa, tras ocho años de ridículos consecutivos. Le faltó La Décima. La tuvo cerca, muy cerca, en tres ocasiones, pero se le esfumó. Se va con la sensación del trabajo inacabado pero cree que su adiós es lo mejor para todos. Llegará un técnico conciliador, amable, cordial. Buscará la alianza con los líderes del vestuario para asegurarse un camino sin sobresaltos. Mou acaba un ciclo de tres años intensos, tremendamente intensos. Algunos recordarán, una y otra vez, sus errores. Inevitable. Ha cometido muchos. Tiene enemigos. Pero, la mayoría de aficionados madridistas le darán las gracias por su trabajo, por la defensa del Madrid en todas sus comparecencias públicas y por su honestidad. Feliz noche a todos y a las doce... Especial Punto Pelota. ¡Nos vemos en la tele!