Por fin los rivales fueron otros
Nueva exhibición de los pilotos españoles en Le Mans. Con una carrera preciosa en MotoGP por el estado de la pista. Además, cuando los rivales a ganar son extranjeros, la carrera cobra mayor interés. Primero fue Dovizioso un líder duro que obligó a Pedrosa a dar lo mejor de sí mismo en unas condiciones nada fáciles; luego fueron Cruchtlow y el propio Dovizioso quienes cerraban a Márquez el paso hacia el podio. Detrás, Lorenzo luchaba contra sus neumáticos sin poder acercarse a Hayden, hasta que le pasó Bautista. Rossi amenazaba cerca del grupo de cabeza hasta que se cayó. Como digo, una carrera preciosa, intensa y en la que esta vez no estuvo nada claro, y mucho menos fácil, tener a dos españoles en el podio.
Porque ese es el debate. La hegemonía del motociclismo español parece devaluar el Mundial. Mas la cuestión, convertida en problema, de que Pedrosa, Márquez y Lorenzo -por orden de clasificación en el Mundial- sean los candidatos a repartirse las victorias no es algo provocado, sino una consecuencia de algo que se veía venir. En los últimos diez años hemos tenido cinco campeones en 125/Moto3 -Pedrosa, Bautista, Simón, Márquez y Terol- y cuatro en 250/Moto2 -Pedrosa, Lorenzo, Elías y Márquez-. Lo normal es que algunos, los mejores, estén preparados para seguir ganando en MotoGP. Lo raro sería que quienes no ganaron en las cilindradas inferiores lo hicieran ahora en la superior. Los nuestros no tienen la culpa.