Tres postes nos exiliaron de la justicia futbolística
Han pasado 24 horas del presunto Waterloo copero, pero me resisto a ver el cielo negro por mucho que nos estén invadiendo las famosas aguas de mayo. Si yo fuera marciano, nacido en Urano, y fuese la primera vez que viera un partido de fútbol en la Tierra, al término de los primeros 90 minutos hubiera afirmado: "Qué buenos son estos terrícolas del Madrid y qué suerte han tenido estos del Atleti". Ya sé que lo fácil es agarrarse a la diferencia de presupuesto y al factor campo. Pero reconozcamos que es difícil buscar en el océano de la memoria una final en la que el mismo equipo sufra tres postes seguidos. El madridista no es llorón ni suele agarrarse a las circunstancias, pero reto a quien quiera a mostrarme finales de Copa o de Champions League en las que un equipo pierda el título tras enviar tres disparos a la madera.
Ahora sólo vale mirar al futuro. Florentino reunirá hoy a la Junta Electoral para planificar el calendario que determinará cuál es el cuaderno de bitácora del próximo presidente del Real Madrid. No parece que vaya a tener oponentes el actual mandatario y eso le obliga a ser más exigente que nunca consigo mismo. El madridismo quiere ver al Florentino que traía a los mejores (Figo, Zidane, Ronaldo, Beckham...). Pero una vez que se va Mourinho, al presidente hay que exigirle que renueve a Cristiano Ronaldo y que asegure una candidatura para el banquillo que se gane el respeto de la afición y del vestuario. El Madrid está por encima de los nombres. Dudar de ello, es una herejía.