Ponerse colorado, Rooney, Subotic y el día de San Isidro
Rubefacción. El fútbol hace que aumente su presión arterial y esa hipertensión le lleva a ponerse rojo. Es el diagnóstico para la rojez del rostro de Jupp Heynkes y que no veremos la próxima temporada. En Mönchengladbach nació, jugó, se retiró en el 78, empezó a entrenar. Casi 900 partidos oficiales dirigidos después, adiós a la Bundesliga contra el ‘Gladbach. Cerrando un círculo. Elevando el reto de su sucesor. Aspirando al triplete. Primer reto, despedida con título récord de puntos de la liga. Segundo, en Wembley, con la final de la Champions. El tercero el 1 de junio, con la de la Copa ante el Stuttgart.
Baja el telón. El teatro de los sueños, Old Trafford. Obra: Historia del Manchester United. Actor: Sir Alex Ferguson. Crítica: ovación. La Champions le echará de menos. Desde 1996 no faltó a una sola edición. Sólo dos veces cayó en primera ronda. Dos veces se llevó el trofeo. Y la clave, dijo, es precisamente el tiempo: “Dicen que he reinventado equipos, la continuidad es lo que me ha ayudado a hacerlo. Y dar oportunidad a futbolistas jóvenes”.
El destino de Rooney. Primer quebradero de cabeza para David Moyes como técnico del United. Cuenta con Rooney en su proyecto para la próxima temporada. Se llevó a Ryan Giggs, figura de autoridad, a la reunión en las afueras de la ciudad de la que informó la prensa inglesa. Pero ni con esas. Segundo órdago para salir del club. Sin renunciar a la Champions. El PSG posible destino, pero para alguien tan inglés, cambiar de acera vale. Pasarse a la del City.
El cerrojo de Klopp. “Me lo llevaría al fin del mundo”. Esa frase absoluta de confianza es la que puede aplicarse a la relación Klopp-Subotic. El técnico le hizo debutar en Primera. Cuatro días después de haber firmado por el Dortmund, se convirtió en su primer fichaje. Será su seguro en Wembley, igual que lo ha sido en los últimos cinco partidos de la Champions. Neven Subotic, de Bosnia a Alemania o USA. Una infancia en ruta y un método de adaptación: el fútbol.
San Isidro. Feliz día a los Isidros, a los agricultores, a los madrileños… Onomástica perfecta para la final de la Europa League de esta noche. Un madrileño, Rafa Benítez, llegó entre pitos a Stamford Bridge. Se sabe interino. Mejor entrenador de la Premier en abril. Puede ser el segundo en lograr dos UEFAs con dos equipos diferentes, aquel Valencia, este Chelsea.