Cómo hemos cambiado...

Recuerdo perfectamente esta pregunta que le hice a Zizou en una de nuestras numerosas charlas de su época de jugador del Madrid. Fue en el párking de Las Rozas, en la 2004-2005, cuando el equipo blanco todavía entrenaba en la Ciudad del Fútbol. "¿Te gustaría ser entrenador?", le dije a mi compatriota. "No, no estoy hecho para esto. De todas formas, del grupo de Francia 98 sólo dos podrán ser grandes técnicos: Didier Deschamps y Laurent Blanc", me contestó. Acertó con estos dos nombres, pero se equivocó respecto a su persona. En Francia, un refrán popular dice que "sólo los tontos no cambian de opinión" y Zidane ha sabido escuchar a su corazón y evolucionar en una dirección que no imaginaba.

Hace año y medio, cuando era Director de Fútbol del primer equipo se dio cuenta de que no estaba hecho para un papel representativo sino que quería un puesto donde sus decisiones tuvieran una influencia real. No quería hacerse la foto... y nada más. De ahí su deseo de sacarse el carné de entrenador en Francia, en unos cursos en los cuales se muestra muy atento y concentrado. Ahora Zizou se está abriendo una nueva vida en el fútbol que le puede llevar a lo más alto. Y todos los amantes de este deporte nos debemos alegrar por ello.