Ezpeleta, el Ecclestone español

En Austin, el motociclismo español dio un paso de gigante. Marcó un hito en su historia. Han pasado muchos años desde que un chaval de Vallecas, Ángel Nieto,  consiguiera el primer título mundial para España; un día que a punto estuvo de conseguirse un doblete de títulos, si el recordado Santiago Herrero no se hubiese caído. Aquello fue el comienzo de lo que hoy es nuestro motociclismo. Poco a poco, paso a paso, hemos llegado a la culminación de este deporte, como sucedió en el Gran Premio de Las Américas. Tres españoles subidos en lo más alto del podio en la categoría reina.  ¿Quién hubiera soñado con algo así en la época de los americanos dominadores de la clase grande, Roberts, Lawson, Rainey, Spencer o Schwantz?

El sueño se ha convertido en realidad. Pero para llegar a este nivel, hay que buscar personas que sin ser Márquez, Nieto, Lorenzo y compañía han aportado una constancia sin límites. Ahora tenemos pilotos, afición, competiciones y difusión.  Y en gran parte gracias a una persona que ha llevado a este deporte a lo más alto. Su nombre es Carmelo Ezpeleta, máximo responsable de Dorna y artífice en primera persona de lo que es hoy MotoGP. Carmelo quiso ser piloto. De hecho hizo sus pinitos en competición, como en la Copa Renault TS. Sin embargo, sus dotes organizativas le llevaron por otros derroteros. ¡Gracias Carmelo, por lo que has hecho por este deporte! Recuerdo cuando yo le llamaba cariñosamente el 'Ecclestone español'. No me he equivocado...