O un partido más o una gran gesta

El Barcelona sabe de la dificultad que entraña levantar una eliminatoria que está 4-0 y más contra este Bayern, en efecto, un rival temible. De ahí que no se haya querido vender ningún pollino del vestuario hacia afuera. Del discurso de Iniesta en la previa de la remontada frente al Milán ("pongo la mano en el fuego a que pasaremos a cuartos") se ha pasado al "si caemos hay que hacerlo con la cabeza alta" pronunciado ayer por Vilanova o al "hay que dejar el nombre del Barça lo más alto posible" de Piqué.

Creer, lo que se dice creer, lo hacen más por obligación que por convicción. Pero esa falta de euforia en la previa, ese convencimiento entre el aficionado culé de que no hay absolutamente nada que hacer ante estos alemanes que les pasaron por encima hace una semana, le viene bien al Barça, que podrá jugar sin ningún tipo de presión el encuentro de hoy. No es que eso le dé más o menos opciones de remontada. Simplemente es un dato más a tener en cuenta y añadirlo a la coctelera. Lo de esta noche, por la lógica que impone el resultado del Allianz Arena, debería terminar siendo un partido sin historia, vagamente recordable con los años. Pero, si no lo es, entonces querrá decir que estamos, probablemente, ante una de las gestas futbolísticas más hermosas de la historia de este deporte en general y de la Champions en particular. Un Barça sin presión, por el que nadie da un duro esta noche, tiene por delante el reto de levantar un 4-0 adverso. Sentémonos y veámoslo.