Al Madrid le calientan las remontadas

La palabra remontada excita la hormona madridista. Es un efecto que viene de lejos. Seguramente tiene su origen en el sello de resistencia a la derrota que Di Stéfano instaló en el club, y que tuvo su coronación en fecha muy señalada: la primera final de Copa de Europa, contra el Stade Reims en el Parque de los Príncipes de París. El Madrid la tuvo dos veces perdida: primero 2-0 (muy rápido), luego 3-2. Finalmente la ganó por 3-4. A aquellas dificultades siguieron otras. El Madrid fue escapando de distintas situaciones complicadas en las cinco primeras copas y las ganó todas ellas. Ahí arranca la leyenda.

El paroxismo se alcanzó en los años de La Quinta del Buitre, cuando un grupo compuesto por veteranos sabios y con cierto colmillo (Camacho, Juanito, Santillana, Valdano...) y cuatro muchachos madrileños de colegio de pago que se dejaban arrastrar por ellos (La Quinta del Buitre) levantaron en dos ‘uefas’ sucesivas marcadores imposibles. Entre aquello tan remoto y esto, más cercano, hubo algún hecho puntual, como los partidos del Celtic y del Derby County. Y ya recientemente, algunas galopadas en la Liga, coronadas o no, en pos del Barça y agarrados a un ‘Clavo Ardiendo’. Eso explica la fe de ahora.

Se habla de ‘El Espíritu de Juanito’ por expresión de Casillas que evocaba los saltos con que se retiró cuando el Madrid replicó un 5-1 ante el otro Borussia con un 4-0. Me figuro que tras aquel 5-1 el Madrid se sintió tan mal como anteanoche, o peor. Pero remontó. ¿Puede ahora? Entonces había un grupo cohesionado, que se reunía una hora antes de la comida, sin el entrenador, Molowny, conocedor y consentidor de ello. Él sabía que lo que se decidiera en el grupo ninguno lo iba a traicionar, por eso consentía. Ahora es otro tiempo, otro grupo, otro entrenador, otra visión. Pero esto sigue siendo el Madrid...