Madrid y Barça ganan con muy poco

Dijo Mel en las vísperas que el Madrid podría ganar la Liga con los suplentes, y eso viene a resumir el partido de ayer en el Bernabéu. Con los suplentes (aunque no todos), con un debutante, con las lesiones de Marcelo y Modric, con Carvalho en tres cilindros... Con todo eso ganó el Madrid a un buen Betis, un Betis de aspecto saludable, bien agitado en la media por Beñat. Quizá le faltó un poco de codicia en la primera mitad. En la segunda la tuvo y entonces lo que le faltó fue un poquito de suerte. Justo antes del 3-1 tuvo muy cerca el 2-2, que se le estrelló primero en el larguero y luego en Albiol.

Ese poquito que le faltó aquí o allá al Madrid nunca le falta, porque tiene algo más de todo. Si no es uno, es otro. Además, si entre tanto suplente hay alguno de los principales, mejor. Ayer fue Özil el hombre de la tarde. Se le ve feliz, suelto, respirando bien este fin de temporada en el que ya sólo parece quedar lo bueno. Lo malo, la Liga perdida, ya quedó atrás. Se da por descontada. Quedan el caramelo de la final de Copa y el último tramo de la Champions, que promete. Özil, el genio irregular del equipo, está a punto. También lo está Cristiano, aunque ayer no marcara. Y Benzema, que ya despierta.

También el Barça ganó con un pelotón de reservas, entre los que destacó la presencia de Abidal, que me sorprendió. Lo del otro día, esos minutos con 5-0, lo consideré un guiño bonito, pero al tiempo un brindis al sol. Jugar un partido entero es otra cosa, aunque fuera un partido muermo, y lo jugó bien. El milagro (o el poder de la ciencia médica) se agiganta. Bueno para el Barça, tan apretadísimo atrás que dio descanso a Piqué y Bartra por si acaso. Todo se resolvió en gol de Fábregas, tiro certerísimo donde los haya. Resumen: en España, Madrid y Barça ganan con muy poco. Y ahora, a por Europa.