Los madridistas prefieren el Barça en el sorteo de este mediodía, los barcelonistas ponen al Madrid el tercero. Señal de cómo están los ánimos en uno y otro bando. El Madrid pasó un mal rato en Estambul, pero nadie duda que se trató de un despiste pasajero. El Barça pasó un trago aún peor en el Camp Nou, porque por algunos minutos se vio eliminado, pero en este caso ello fue fruto de un partido muy mal jugado, sorpresa en un Barça que llevaba realmente varios años sin jugar así de mal, con ese desconcierto. La aparición cuasimilagrosa de Messi resolvió el asunto, pero el susto ha calado.

Además, Mourinho ya había conseguido antes de esto instalar la convicción de que el Madrid tiene ventaja en los duelos directos con el Barça. De aquel 5-0 inicial al presente que vivimos hay un salto enorme. La alta devoción que aún mantiene Mourinho entre muchos madridistas a pesar de ‘sus cosas’ se debe a la convicción de que le ha parado los pies al Barça. La pérdida de la regularidad en la Liga se perdona largamente porque el Barça ha dejado de ser una pesadilla para el madridista, que llegó a ver a su rival en posesión de soluciones definitivas. Mourinho ha conseguido espantar ese terror.

Y como esto va por vasos comunicantes, en el Barça es al revés. Para los barcelonistas, que piden el Borussia, el Madrid sale tercero por detrás del Bayern, coco oficial. Su seguridad ha ido a menos y el último en menoscabarla ha sido el PSG con su partido en el Camp Nou. Ancelotti ha superado un examen de oposición, podría decirse. Florentino le quisiera para el curso próximo si puede quitarse más o menos amistosamente de encima a Mourinho, cosa que creo que ocurrirá. Ancelotti no ha eliminado al Barça, como hiciera Mourinho con el Inter, pero le ha zarandeado. Suficiente. Está en la antesala.