NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Cuestión de gallos y de gallitos

Actualizado a

En la historia de los deportes del motor he sido testigo, en multitud de ocasiones, de las luchas internas entre pilotos del mismo equipo. Recuerdo el enfrentamiento entre José María Busquets, cuando éste era el dominante y Nieto el aspirante; después, años más tarde, cuando Ángel era el gallo y Aspar el aprendiz a serlo. No olvido la situación del patrón de la Derbi, Andreu Rabasa, cuando trataba de que, el que esto escribe, convenciera a Nieto para que no incordiase a Aspar en Monza, donde el valenciano era el favorito. Otro gallito fue Crivillé, cuando el gallo en Derbi era Champi; con el que no pudo en su etapa Honda fue con Doohan. Eran luchas internas que trascendían poco al exterior, pero que creaban problemas dentro del equipo. Igual que ahora.

Hemos podido comprobarlo recientemente en la F-1. Con los enfrentamientos entre Massa y Alonso, Vettel y Webber, Hamilton y Rosberg. Y también en el GP de Qatar. Lorenzo y Rossi son dos auténticos gallos de pelea, aunque la diplomacia entre ellos haga pensar lo contrario. Y si hablamos de Dani Pedrosa y Marc Márquez, el asunto se pone caliente, muy caliente. Estamos hablando de los cuatro mejores pilotos del campeonato. Es evidente que los resultados de Qatar van a poner a cada uno en su sitio. Sin embargo, es tanto lo que se ha visto, que las dificultades de Yamaha y Honda están más dentro que fuera. Y todo, por el título de este comentario. Aquí no hablamos de gallos y gallitos, sino de verdaderos gallos de pelea con hambre de triunfo.