Cristiano: The Legend

¡Décima a la vista! Al que la sigue, la consigue. El cartero del Madrid lleva tres años llamando a la puerta de esa 9+1 que se resiste desde aquella volea mágica de Zidane y las paradas milagrosas de un Casillas adolescente (en Glasgow, Iker tenía 21 añitos). Mourinho ha inyectado en vena a su plantilla ese gen competitivo que le ha llenado el palmarés de conquistas en plazas relativamente menores (Oporto, Chelsea e Inter), pero él sabe de sobra que para ser de verdad el Special One de los banquillos necesita ganar la Champions con el Madrid. Sólo así alcanzaría la celebridad. El asunto tiene buena pinta. Estamos a sólo 270 minutos de consumar ese sueño compartido por millones y millones de madridistas en todo el mundo. La derrota de Estambul no debe confundirnos. Llegó cuando estaba casi todo ventilado. Pero cuando hay goteras en el cuarto de baño, el Madrid tiene un fontanero de lujo llamado Cristiano y apellidado Ronaldo. Él es el Santo Grial de la Décima. Hoy se cumplen 25 años de aquel golazo de chilena de Hugo Sánchez al Logroñés, y para festejarlo el number one del fútbol mundial firmó un doblete que espantó los miedos y las dudas. Tener a Cristiano es como jugar con doce. Su sola presencia intimida y amordaza a los rivales. Con Cristiano, hagan apuestas para la final de Wembley. El fútbol le debe varias Champions y Balones de Oro...

CR50. Así hay que rebautizarle tras sus dos goles en el Türk Arena. La cuestión no es que llegue a esa cifra redonda, sino que haya dejado atrás a una leyenda afortunadamente viva como Don Alfredo Di Stéfano (¡ánimo, maestro!). Con La Saeta vivieron nuestros padres la etapa más gloriosa del Madrid, con sus famosas e irrepetibles cinco Copas de Europa consecutivas. Ahora tengo más claro que nunca que gracias a Cristiano el madridismo podrá disfrutar de una segunda era dorada, plagada de títulos y conquistas colectivas e individuales. Su ambición tiene desterrada desde hace años la palabra 'límites'. Está a sólo una manita de sus 200 goles de blanco (195) y en esta Champions puede batir el récord en una temporada que ostentan Van Nistelrooy, Messi y Altafini con 14. Superman ya lleva 11 goles. Y sumando...

¿Infierno? Aunque los 50.000 turcos del Türk Arena acabaron bramando tras la empanada colectiva que dio pie al 3-1 momentáneo, no vi que desde la grada se comieran a nadie. Lo del infierno turco empieza a ser una leyenda urbana que no cuela. En semifinales, el Bernabéu debe arder como nunca para que toda Europa se entere para siempre: el miedo escénico es patrimonio del Real Madrid. Y ojalá jugasen siempre con la camiseta blanca impoluta, sin publicidad. Esa pureza estética alimentará aún más el sueño de Wembley.

Varane & Arbeloa. El chaval va a ser un káiser con galones a corto plazo, pero ayer se vio desbordado por las sotanas de Sneijder y Drogba. Varane es joven y los errores enseñan más que los halagos. Y Arbeloa debió ser más comedido en sus protestas. Innecesarias y perjudiciales para el equipo, que ahora tendrá que acoplar a Ramos de dos ante su baja segura por sanción y la previsible de Essien por lesión. Espartano Álvaro, nunca más campeón.

¡Venganza!. Mentiría si no les confesase que mi alegría por ver al Madrid de nuevo en la primera línea de playa del fútbol europeo está empañada por el palo recibido por el Málaga en Dortmund. Qué injusticia. Ese gol en 'multi-fuera de juego' me remueve las tripas. Platini estará contento. Pero que estén tranquilos mis amigos de Málaga porque el Madrid sabrá vengarles. Ojalá nos toque el Borussia en semis. ¡Nos los comemos!