Una final inesperada en París...

Recuerdo perfectamente los comentarios que surgieron en mi país cuando el sorteo puso a Francia y España en el mismo grupo de clasificación para el Mundial de Brasil. Y no eran especialmente optimistas para los "Bleus". Sólo dos objetivos parecían factibles para los galos: acabar segundos e intentar no salir goleados de la doble confrontación con La Roja. Tener la ocasión de disputar una final esta noche en París (Saint Denis) frente a los hombres de Vicente del Bosque era algo simplemente inesperado. Así que, estar en condiciones, en un solo partido, de adelantar a España en cinco puntos en la tabla parecía una cosa imposible de imaginar.

De ahí el miedo que me da este encuentro. Miedo por los Bleus, por supuesto. Mi ciudad es Madrid pero mi país siempre será Francia y no hay ninguna duda de que esta noche apoyaré con toda mi alma al equipo de Didier Deschamps. Pero temo que la sorpresa de encontrarse en tan buena situación frente a España acabe por pasar factura a mis compatriotas. Es posible que muchos jugadores vean como algo demasiado bonito esta ventaja sobre La Roja y que, por no creérselo de verdad, acaben por cometer graves errores. En el tenis este síntoma se llama: "El miedo a ganar"