Contra Finlandia en busca de goles

Goles, goles, goles... Ya sé que a Del Bosque semejante petición le parecerá una osadía, que salir a un partido con la idea de golear supone un desprecio por el rival, por la dificultad misma de la victoria en sí. Viene a ser un desprecio por el primer objetivo, el esencial, los tres puntos. Pero no deja de ser verdad que ante la eventualidad de un empate el martes en París (que ya sería buen resultado) habría que hacer recuento final de la diferencia de goles. Ahora mismo estamos más cinco, mientras que Francia está más tres. Queda tiempo por delante. Conviene hacer acopio de goles, por si acaso.

Claro, que no es fácil golear. Cada vez menos. El fútbol se ha ido igualando tácticamente y abrir un margen de goles es difícil. Y tampoco es el fuerte de esta España, que ganó su Mundial a golpe de victorias mínimas. Pero siempre hay algo a que agarrarse: a cambio de aquello le hizo cuatro a Italia en la final de la última Eurocopa y este partido nos llega justo cuando Villa ha recuperado el tono después de tanto tiempo. Villa ha sido el gran goleador de este equipo, su ausencia creó todo un debate en la Eurocopa sobre si jugar con o sin nueve, le ha costado reponerse en el Barça, pero llega justo a tiempo.

Y es que de repente la clasificación se nos ha puesto inesperadamente cara. España no fue mejor que Francia en el Calderón. Es verdad que el gol llegó a última hora y por una melonada de Juanfran, pero bien pudo llegar antes. Ahora se trata de, con la mirada puesta en el martes, sacar bien el partido de hoy. Faltará Xavi, lástima. Pero está Villa. Y está el buen espíritu que se detecta en los mensajes mutuos que se han mandado Sergio Ramos y Sergio Busquets, cada cual demandando el fichaje del otro para su club. Esta Selección supera una y otra vez el recurrente conflicto de los Clásicos. Magnífico.