Mestalla y Muñiz: no es casual
Las áreas en las que defiende el Betis, equipo de asuntos imposibles, parecen este año unos centímetros más largas. Casualidades de la vida, el de la imagen que ilustra esta columna no es el primer penalti que le señalan al equipo verdiblanco tras una falta fuera del área. Hubo otro, de Undiano, contra el Mallorca y en el Villamarín, y como el de ayer condenó a Mel y a su gente a la derrota. Aquel día, eso sí, el colegiado navarro no tuvo a bien expulsar a nadie.
Ejecutor de ilusiones es lo mínimo que se le puede llamar al colegiado Muñiz Fernández. Éste apreció infracción y decidió que la jugada se había producido sobre la línea o más allá de ella. Surgen preguntas que sin embargo no tienen relación con la manida excusa arbitral de que "errar es humano": ¿Por qué expulsó a Amaya si Ángel estaba más retrasado? ¿Por qué no le sacó luego a Mathieu la segunda amarilla (al menos) en un claro agarrón a Castro? Las respuestas, amigos míos, no soplan en el aire. Las pueden encontrar en la campaña pasada, si quieren, con los mismos protagonistas y desenlace similar. Muñiz pitó también el Valencia-Betis... Y los verdiblancos acabaron con nueve. Hilen ustedes. No hay que decir nada más.