Pirelli nos pronostica diversión

Pirelli me sorprendió con su absoluto control de los neumáticos durante la pasada temporada. Cuanto prometió lo fue cumpliendo y marcó con maestría su influencia en las distintas fases del Mundial. Por ese motivo, entre otros muchos, también tengo ganas de que arranque ya éste en Australia, para conocer cómo se comportan unos compuestos que su fabricante pronostica más blandos, más rápidos y también más imprevisibles. Es decir, que se introduce otra incógnita en la ecuación que puede poner mucha salsa a los grandes premios.

Aunque siempre he sido defensor de la libre competencia entre marcas en los deportes del motor, debo reconocer que con la enorme trascendencia actual de los neumáticos resultaría arriesgado que más de un proveedor diera servicio a los equipos. Lo positivo del monopolio es que el rendimiento y comportamiento de los compuestos, lo bueno y lo malo, es igual para todos, evitándose así descalabros como algunos que se han producido en otras épocas. Porque es verdad que las carreras deben ser de pilotos y coches, no de ruedas...