¿Entonces todo esto era mentira?
No hubiera tenido que hacer novillos en el instituto, porque resulta que me equivoqué. Pensaba que la palabra fair play provenía de este bonito idioma llamado inglés. Pues no. Por lo menos no es el caso cuando escuchamos a Sir Alex Ferguson. El hecho de no presentarse en la conferencia de prensa postpartido por su enfado con el árbitro y sus lamentables declaraciones sobre Ronaldo Nazario de hace unos días, además de la ridícula campaña llorona de la prensa británica, demuestran que el fair play es una conducta que los ingleses exigen a los demás, pero que no son capaces de aplicarse a sí mismos.
Estoy cansado de que, por haber inventado el fútbol, tengan derecho a dar lecciones a todo el mundo. De que su Premier League, por ser un producto de márketing bien vendido en los medios internacionales, sea considerada superior a la Liga. Por eso me alegro de que el mejor 9 de la historia haya contestado sin pelos en la lengua al mayor representante del fútbol inglés. Recuerdo todavía con emoción aquella ovación que, en los tiempos de los Galácticos, el público de Old Trafford le dedicó a Ronaldo vestido con la camiseta blanca. Pero me pregunto: ¿entonces todo esto era mentira?