En la línea de The Guardian y L'Equipe, la IFFHS también designa a Casillas como mejor portero del año, lo que llevamos a portada. Ya les anuncié mi intención de ser deliberadamente pesado con esto. Es el tercer premio de la IFFHS, que ya había destacado a Messi como goleador y a Del Bosque como seleccionador. Entre los premios que quedan por anunciar hay uno que espero con particular interés: el de mejor entrenador del año 2012. Y lo digo porque tengo la sensación de que la tarea que ha hecho Simeone en este año natural no está siendo valorada en la medida de lo que merece.

Claro que hay otros, entre ellos Mourinho y su fantástica Liga, pero el 2012 se le ha averiado al final. El arranque de Tito es colosal, pero sólo está en el cargo del verano para acá, menos de la mitad del año. Sin embargo, los méritos de Simeone coinciden exactamente con el 2012 y son tremendos. Llegó a un equipo desilusionado y casi a la deriva y sobre la marcha lo enmendó. Acabó la temporada con el título de la Europa League y empezó la siguiente con el de la Supercopa Europea, y en ambas finales ofreciendo un fútbol fenomenal. Y en la Liga se ha conseguido incrustar entre el Barça y el Madrid.

Prácticamente todo lo ha hecho bien. Ha aglutinado el impulso del club en una dirección, ha motivado a los jugadores, sabe ser firme cuando hace falta ("Arda Turan no se vende") y tiene de puntillas a todo el grupo. No es un equipo de once o catorce, sino de veinte o más, todos ellos entrando y saliendo disciplinadamente de la alineación. Me extrañó que no estuviera ni en la lista previa para el Balón de Oro, tan amplia. Ahora confío en que la IFFHS reconozca el trabajo de este hombre, al que estoy viendo como el gran olvidado en estas fechas de premios que tan acertadamente están honrando a Casillas.