No son las siglas, son las personas
En esta ocasión no se le podrá echar la culpa al presidente de la FIFA, Joseph Blatter, admirador confeso del club blanco y cuya foto, junto a Di Stéfano y Florentino Pérez, haciendo entrega del premio al mejor club del Siglo XX, engalana la zona noble del Santiago Bernabéu. Puede que haya quien justifique la ausencia del Madrid de los récords como uno de los hitos del año, entendiéndolo como un detalle nimio en este carrusel de recopilaciones anuales que buscan todas las organizaciones para ganar notoriedad. La realidad es que supone un indicio más de la pérdida de peso institucional del Real Madrid en los últimos tiempos, que se proyecta desde la RFEF hasta la FIFA, pasando por la UEFA.
Esto no tiene que ver con siglas, sino con personas. El Madrid siempre tuvo auténticos especialistas en los engranajes del fútbol, con una presencia significativa, prestigiosa y reconocible en todos los estamentos en cualquier confín del planeta. Desde el inolvidable Raimundo Saporta hasta José Luis López Serrano, siempre hubo voces autorizadas o, al menos, escuchadas, que sabían desenvolverse entre los hilos invisibles del balompié mundial. Igual hay algunas cuestiones en las que sí tiene razón Mourinho.