Un Barça-Atlético que promete mucho

Un Barça-Atlético que promete mucho

Florentino hizo el paripé en el acto de reconocimiento a los socios antiguos y Mourinho se lo agradeció haciendo una escena de bravuconería de cuarta con un colega de Radio Marca. Eso es lo que hay. Bueno, hay otra cosa: el equipo de los cien puntos no aparece, se ha esfumado, lleva seis derrotas y nadie sabe por qué. Este Madrid opaco que ya no da ni partes médicos difícilmente va a explicar, vía Mourinho o Karanka, por qué pasa eso. Posiblemente ni lo sepa. Como me figuro que nadie sabe en el Madrid qué pasará con Kaká y cuándo. Ni siquiera con Mourinho. Bueno, esto sí lo sabrá él, pero juguetea.

Así que la mirada se me va al Camp Nou, donde tenemos un partidazo. Un Barça-Atlético de récord, porque los dos están en el mejor arranque de sus respectivas historias. Ayer Tito Vilanova, con ese tono medio que tiene para todo, hizo un elogio del Atlético que no habría que pasar por alto: si no fuera por el arranque del Barça, tan fuera de lo común, el Atlético sería líder. Lleva números de líder en cualquier tiempo en que no hubiera habido alguien capaz de ganar todos los partidos menos uno que ha empatado. El Atlético se descosió en el Bernabéu, sí, pero renueva sus esperanzas ante este partido.

Porque el Madrid tiene un efecto sobre el Atlético que el Barça no tiene, es indudable. Claro que el Barça es el Barça, que diría Boskov. Con un Messi desatado que hoy por hoy garantiza dos goles por partido. El Atlético tratará de cerrar la salida de Busquets y de taponar mucho el centro a costa de dejar claros hacia los córners. Eso les ha dado resultado de cuando en cuando a algunos contra el Barça. Eso y rezar. Y el Atlético tiene una tercera baza: Falcao, al que anima el impulso de todos, el deseo de borrar la mala imagen con que salieron del Bernabéu. Saben que este examen es el definitivo.