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Cometió un error de principiante

Los viejos maestros del boxeo se hubieran echado las manos a la cabeza al ver a Manny Pacquiao lanzar su ataque descontrolado, la mandíbula al aire, el tronco inclinado hacia delante, sin guardia, sin cabeza, un manjar para un pegador. Márquez le explotó un obús en el sitio exacto, el K.O. perfecto. Yo escuché a muchos entrenadores dar el mismo consejo a sus pupilos: "No te tires con la 'pera' por delante que un día te la van a arrancar". Pacquiao, el ídolo del siglo XXI, cometió un error de principiante, se cegó cuando vio el triunfo a su alcance. Les ha pasado a muchos en la historia del boxeo. Le ocurrió a Meldrick Taylor frente a otro mexicano tremendo, el guerrero Chávez. Meldrick tenía la batalla ganada pero en el último minuto del duelo, mientras Búfalo le gritaba al gran Julio César "hágalo por su madre y sus hijos", se descubrió y por ahí entraron los puños del mexicano de hierro.

El mentón es un punto de K.O. Lo sabían muy bien George Foreman y Tommy La Cobra Hearns. El predicador partió muchas mandíbulas con su obús de derecha, entre ellas la de Michael Moorer, y la Cobra hizo morder el tapiz a un fenómeno como Mano de Piedra Durán. Fueron K.Os espectaculares. En España tuvimos nuestro pegador particular: Perico Fernández. Su derecha era un cañón. Yo le vi noquear en Barcelona a Joao Henrique cuando el brasileño se confió como el diablo filipino. Ante esos tipos con dinamita en los puños no se puede enseñar el mentón. Ya lo decían los clásicos maestros del boxeo: te lo arrancan.