Dos ídolos y dos embajadas

Son dos futbolistas y también dos embajadas. Marcan o evitan goles y también hacen país. Especialmente en 2012, que dejó para la historia otra estampa de Casillas alzando la Eurocopa, tercer título mayor consecutivo de España, una cadena de oro que quién sabe cuándo volveremos a colgarnos. Le pone rostro y guantes a la mejor selección de la historia y al regreso del Madrid, otra vez campeón de Liga y Supercopa. Y el Premio Príncipe de Asturias, compartido con Xavi, ha reconocido su gran interpretación de la rivalidad bien entendida a lo largo del tiempo.

Como bandera de Colombia ("El éxito de Falcao es el triunfo del país", dijo el embajador en España, Orlando Sardi) y del Atlético, Falcao cierra su año de las luces, muy por encima de cualquier previsión. Dribló pronto a la sombra de Agüero y le dio al Atlético dos títulos continentales, Europa League y Supercopa, con cinco goles en dos finales. Dos triunfos de autor de un futbolista envuelto también en causas solidarias. Y dos premios para un fútbol que también sabe llegar al éxito desde la sencillez.