La pegada del Madrid se impone
Estuvo cerca el Valladolid de dejar al Madrid casi sin Liga. Las dos explosiones provocadas por Manucho adelantando a su equipo en el marcador, revitalizaron un partido que no tuvo ni un segundo de desperdicio. Los de Djukic demostraron que lo que están haciendo este año en la competición no es casualidad. Jugaron de tú a tú ante los de Mourinho llevados en volandas por un extraordinario público que casi llenó anoche Zorrilla. Pero aún así, no fue suficiente. Ya lo había advertido el entrenador del Valladolid, puedes hacer un gran partido y perder ante estos equipos. Y eso es lo que ocurrió. El Valladolid mereció más por lo que él hizo, pero tampoco se puede considerar injusta la victoria del Real Madrid.
Los blancos tuvieron un enorme mérito al sobreponerse por dos veces a los golpes sufridos en cada uno de los tantos de Manucho. Crearon ocasiones, hicieron trabajar a Dani, y demostraron su potencial. Nada que oponer. Y al Valladolid no le acompañó la fortuna, encajó un gol a un minuto de descanso, y perdió por lesión a su mejor hombre, el alemán Ebert. Demasiados contratiempos como parar salir indemne ante un rival del potencial como el que tenía enfrente. Pero resultado al margen, la imagen del Valladolid fue muy buena y la autoestima de los pucelanos quedó reforzada ante los dos partidos que le quedan en diciembre, Deportivo y Barcelona. Y todo, con Manucho revalorizado, de nuevo.