Cristiano, Callejón y todos los demás

Mientras todos debatimos en torno a Mourinho, él se aplica concienzudamente a sus deberes. Otras cosas podremos decir de él, pero nunca que las turbulencias le aparten de su trabajo. Viaja en el ojo de un huracán que él mismo provoca, pero justo donde él está es donde no se notan ni afectan las furias desatadas. Todo a su alrededor resulta conflictivo y desagradable, pero en medio de la bulla está él con sus apuntes, su tarea, sus colaboradores y sus objetivos. A veces me extraña la frialdad con que está en cada detalle, por ejemplo, ayer en lo del brazalete de capitán. Una muestra de que está en todo.

Fue un detalle singular en un partido que el Madrid empezó muy bien y terminó regular. Partido para pulsar el ánimo de algunos reservas y ya se ve que el de Callejón siempre es bueno. Equipos como estos necesitan de futbolistas así, que si juegan se emplean y resuelven con grandeza, y que si no juegan se entregan a rabiar para estar a punto cuando toque, en lugar de conspirar contra el ambiente. Callejón fue el hombre de la noche, por delante incluso de Cristiano, que siempre acude, y de Modric y Kaká, los violinistas de una noche grata que acabó en goleada a pesar del sesteo de media hora.

Modric, Kaká... Özil. Tengo un amigo que me comentó algo de verdad ingenioso: "Modric, Kaká y Özil hacen jugador y medio; Benzema e Higuaín hacen jugador y medio; Cristiano es jugador y medio". No todo el mundo está de acuerdo en el aserto, sobre todo en el segundo enunciado, pero a mí me parece bueno. El Madrid saca a un mediapunta barajando con tres, saca a un delantero centro y medio barajando con dos y tiene en Cristiano Ronaldo un jugador y medio para las cuatro estaciones. Titulares como él y suplentes como Callejón permiten llegar muy lejos. Al horizonte de la Décima, por ejemplo.