Los malos son otros
Tiene razón Simeone, los defensas tratan de corregir el pánico a Falcao con agarrones y otras suertes antirreglamentarias. Y es verdad, encuentran permisividad. Pero si uno presume de no hablar de los árbitros, no habla. No vale callar y al rato mencionar. No estuvo bien el técnico en su lamento. Se contradijo y rompió una línea ejemplar: Gabi pide que no se expulse a un rival, Falcao tiende la mano a su agresor, él mismo se revuelve por la roja a Pellegrino Mejor era esa otra imagen. Además, los lloros distraen, invitan al victimismo y la derrota. Ahora que tiene al Atlético en alto, el Cholo debería recordarlo.
Puestos a protestar, ya es hora de que los profesionales dejen al árbitro y acusen en alto de una vez a los malos de su propio gremio, a esos que dejan los tacos o el codo. A Soldado o David Navarro. Claro que en eso a Simeone, que fue quien fue, lo mismo sí le conviene callar.