Si algo nos enseñó el partido del Zaragoza es que Xabi Alonso sigue siendo imprescindible. He ahí un problema que no se resuelve. Modric, que en Croacia juega más arriba (donde Özil, para entendernos) en el Tottenham hizo frecuentemente pareja en la media con Parker. Una de las razones esgrimidas para su fichaje fue esa: que podría ocupar en caso de necesidad la plaza de Xabi Alonso. Pero la experiencia ante el Zaragoza fue disuasoria. No cogió los hilos del equipo, se le vio sin despliegue ni presencia ni autoridad. Su clase puede lucir más arriba, o incluso al lado de Xabi Alonso, pero no 'en vez de'.

Por eso es una feliz noticia para el Madrid que Xabi Alonso, descansado y curado de sus molestias, regrese esta noche ante el Borussia de Dortmund. Modric, del que Mourinho dijo que todavía es 'un niño', (con veintisiete años, dos Eurocopas y un Mundial y treinta millones de precio ¡caray con el niño!) queda como recambio válido para Özil, cuyos apagones siguen siendo frecuentes. Imponente jugador, pero sin el secreto de la continuidad. En estas cosas sí le tengo fe a Mourinho y me extraña que aún no haya conseguido hacer de él un jugador pleno. Con todo, me parece el más fiable para ese puesto.

Los alemanes vienen con miles de seguidores, que hoy colorearán la Plaza Mayor y sus aledaños. La visita del equipo alemán nos despierta el recuerdo ominoso de aquella cochambrosa caída de la portería y el camión que traía la de repuesto entre ovaciones, en imagen de película de Berlanga. En estas cosas sí ha mejorado mucho el Madrid. Eso hoy sería inimaginable. En lo que no ha mejorado tanto es en resultados (aquel mismo año el club ganó la Séptima a una Juve con Zidane y Del Piero) y ha empeorado mucho en otros aspectos en los que no quiero insistir. Lástima que no se pueda tener todo junto.