Canterano y a por todas
Golear y escuchar pitos de tu afición es un suceso desconcertante, pero comprensible para los que asistimos al bodrio de un Madrid-Zaragoza que apenas dejó cuatro chispazos. Los de los goles de Higuaín, Di María, Essien y Modric. Y poco más.
La zanahoria...Luego les hablaré del nivel de juego exhibido por el Madrid (very down) y de los pitos del Bernabéu durante algunos minutos de la segunda parte. Pero empecemos por la botella medio llena. Mourinho firmó su centenario de victorias a la velocidad de la luz, llegando antes que nadie a esa cifra redonda (hasta Guardiola necesitó más partidos para conseguirlo). Di María también cumplía su particular centenario de blanco y lo festejó con un golazo sólo al alcance de un empecinado como él. Casillas, espléndido ante el Zaragoza de Jiménez, cumplió su tercer partido seguido sin encajar un gol, por lo que se afianza como Zamora de la Liga (empatado con Willy Caballero con siete tantos encajados, que deja a Víctor Valdés a cinco de distancia). Además, Essien y Modric metieron su golito en la tarde en la que se echó en falta a Xabi Alonso más que si un cocido no tuviese garbanzos. Más cosas buenas. El Bernabéu aplaudió a Nacho y a Álex, en una demostración clara de que la afición sí cree en la cantera de Valdebebas. Curioso, en el fútbol hay gente con memoria...
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...Y el palo.Pero como me debo estar haciendo mayor, ya estoy más cerca de los 50 que de los 40, no puedo engañarme a mí mismo y debo confesarles que en 80 de los 90 minutos del partido me aburrí como una ostra. La Xabidependencia es preocupante. Modric no nos dejó consuelo con su fútbol de fogonazos estériles. Essien es un aprobado en casi todo, pero resulta demasiado previsible. Menos en su gol, en el que pareció un OCNI (Objeto Corredor No Identificado), el ghanés no dejó grandes sensaciones. Eso sí, Benzema puso la luz en el poco rato de que dispuso. Si Karim tuviese sangre de búfalo y no de garza, su poderío sería descomunal. Cristiano tampoco aprovechó la tarde negada de Messi en Barcelona (las noches de insomnio poniendo biberones se han convertido en la gran esperanza blanca) y se topó con Roberto. Portero muy apañado.
Iker, siempre Iker.La realidad es la que es y no me dejo deslumbrar por el 4-0 final. La gente pitó mediada la segunda parte después de que el Zaragoza llegase hasta tres veces con peligro y se hiciese merecedor de un gol que hubiese encendido las alarmas. Pero en este Madrid del siglo XXI, todos los reveses se han arreglado con un buen drive. Y en ese arte Casillas es único. Sacó tres manos estupendas y evitó una tarde de cuchillos largos. Por cierto, Iker es canterano y empezó en 1999. Crack. Me lo recuerdan los amigos de las peñas Estoril Tamariz (Cascais, Portugal), Ripollet Los Merengues, Vikingos de Bilbao, Vikingos de Málaga, Gran Capitán (Zaragoza), Calasparra (Murcia), Ojos del Tigre, mis amigos de Albox (¡grande Nino!) y Paulino Martín, de la Peña La Bellota de Cabeza del Buey (Badajoz), que en su silla de ruedas vio cumplido su sueño: conocer el Santuario...
