En este Madrid el gol nunca será un problema

Me gusta que Mourinho alimente la rivalidad entre Higuaín y Benzema. Dos nueves tan extraordinarios como complementarios. Es como tener la mejor carne y el mejor pescado a la vez encima de la mesa. El francés es perfecto para las noches de esmoquin y pajarita, capaz de inventar paredes cargadas de fantasía asociándose con Özil o Cristiano. El argentino, sin embargo, es el martillo de Thor, un titán capaz de levantarse varias veces gracias a su orgullo pese a tener alguna noche tan aciaga como la del Barça en la Supercopa. Si hay guerra y hay que salir a pecho descubierto desde la trinchera, Mou sabe que el Pipita será de los primeros voluntarios. Por eso, es bueno que el técnico portugués alimente esta bendita competencia.

Esto no es nuevo en el Madrid. Valdano no contaba con Zamorano en el verano del 94 porque apostaba por Alfonso y ya le habían hablado de que en la cantera asomaba un Ferrari llamado Raúl. Pero el chileno, otro jabato con botas, acabó ganándose al argentino y fue determinante en aquella Liga que acabó con los cuatro años de dominio del Dream Team de Cruyff. Mis ojos han visto también a Ronaldo y Van Nistelrooy compartiendo cartel cuando Capello se inventó aquella fórmula del doble nueve en un intento por salvar al brasileño, que ya por entonces andaba sobrado de kilos. Pero Mou puede estar tranquilo. Ni Higuaín ni Benzema le van a dejar mal. La sombra de Falcao es alargada y ninguno de los dos se va a arrugar. El gol no es un problema para este Madrid.