Algo que hay que hacer. Luego podremos discutir si la idea de jugar sin delanteros es la buena o no. O también podríamos debatir sobre si habría que cambiar, a lo mejor, los jugadores que ocupan las salas de máquinas. Pero lo que está claro es que el Racing no puede seguir jugando tan mal como hasta ahora. Pero mal, mal. De dar vergüenza ajena. Futbolísticamente, el Racing, con el balón, ha sido menos que cero. Y eso no puede seguir así. Por eso es razonable que Fabri intente algo. Es más, vistos los entrenamientos de esta semana, no parece descabellada la opción del falso nueve.

Ya sé que mucha gente cree que nadie paga por ver los ensayos en la Scala. La gente compra su entrada para presenciar el día del estreno a los grandes divos. Vale. Pues yo he tenido la suerte de estar en todos los ensayos, y encima sin pagar. Y lo que yo he visto es que este Racing puede hacer más daño de lo que hemos presenciado en las diez jornadas disputadas.

Dicho todo esto, sería importante que ante un equipazo como el Elche, que ha demostrado una gran solvencia durante los primeros meses de Liga, el Racing supiera conservar lo bueno que ha tenido hasta ahora, que también lo ha tenido: la seguridad defensiva. Al Racing no es que no le marquen, es que ni le chutan. Por acumulación, por amontonamiento, o como le queramos llamar, pero no le chutan. Y eso, en una competición de 42 jornadas, es muy importante. No hay mejor sitio para calibrar las auténticas posibilidades de este Racing que en el estadio del conjunto más en forma. Si el Racing le hace pupa al Elche es que todavía hay esperanzas.