De nuevo en manos de Gil Marín
El Atlético está feliz y la competición se detiene, así que Falcao tiene de nuevo las horas contadas. No falla, ya ocurrió tras la final de Bucarest, tras la Supercopa y en la otra semana de selecciones. Cuando no flirtea algún club, enreda el padre de la criatura. Y si no, sale el propio dueño de las acciones a jugar con los nervios de la afición. Porque otra vez ha sido Gil Marín el gran saboteador: "Los 60 millones de Falcao resolverían todos nuestros problemas económicos". Un tiro contra la estabilidad que además vulnera la máxima del partido a partido fijada por el Cholo (si no se debe levantar la vista para soñar, menos para sufrir).
Y como remate, ese inquietante almuerzo con Florentino destapado por El Confidencial. Cuando la ingrata traición de Agüero, el heredero resolvió el sinvivir colchonero de forma casi heroica: "Al que pague la cláusula, menos al Real Madrid". Y lo cumplió. Fue su mejor servicio a la casa. Con Radamel no necesitaba echarse encima tan pronto la presión de los atléticos. Pero está obligado a repetir.